Soñando despiertos...
viernes, 2 de mayo de 2014
viernes, 25 de abril de 2014
Nuestros cuadernos de sueños
Este es mi cuaderno de sueños. Se trata de un cuaderno que usaba en años anteriores para tomar apuntes. Como estaba casi entero decidí darle un nuevo uso: mi cuaderno de sueños. Forré la tapa a mi gusto, para darle una nueva imagen y sentirme identificado con él. Me gusta mucho el color rosa, por lo que decidí decorarlo con este color, además de añadirle un corazón que le da un toque de dulzura.
Andrea Guillén BernalInmaculada Martínez Rocamora
Paola García Sánchez-Marín
Mi cuaderno de sueños apoyado en mi almohada. Al lado izquierdo, está la mesita donde dejo el cuaderno por las noches.
María Moreno Gómez
Nuestros bordados
Esta frase es una de las que recuerdo haber dicho en un sueño; bueno, más bien en una pesadilla en la que al darme cuenta de que estaba soñando me dije a mí misma: -¡Qué bien, es un sueño!- En ese momento sentí mucho alivio y todo lo ocurrido en la pesadilla pasó a un segundo plano, y de repente, me desperté.
Decidí colgar mi bordado en el corcho de mi habitación, que se encuentra pegado a mi cama. En este corcho cuelgo cosas que son importantes o representativas para mí, o que simplemente, me gustan. Además del bordado, tengo algunos dibujos propios, fotos de mis actores favoritos o imágenes que me gustan o me han llamado la atención y he decidido ponerlas ahí.
Andrea Guillén Bernal
Javier González Valera
Paola García Sánchez-Marín
Aquí está mi bordado. Esta es mi frase soñada. El sueño era, que estaba en un lugar parecido a la Casa del terror, dónde debía pasar ciertas pruebas, en una de ellas me caí, y el hombre, el cual nos guiaba me dijo: Levanta y sígueme!!
María Moreno Gómez
Esta frase
apareció en un sueño, que se convirtió en pesadilla. Yo estaba mala con anginas
y con fiebre y recuerdo que me pasé toda la noche soñando con lo mismo. Estaba
en la escuela infantil haciendo prácticas y yo me encontraba muy mal. Todos los
niños no hacían más que llorar y reclamar mi atención y yo no podía dar más de
mí.
Me despertaba
del sueño y cuando me volvía a dormir, mi sueño se repetía. Hasta que llegué al
punto de desatender a todos los niños que lloraban y gritar ¡Ya basta!
Aquí está mi bordado. Esta es mi frase soñada. El sueño era, que estaba en un lugar parecido a la Casa del terror, dónde debía pasar ciertas pruebas, en una de ellas me caí, y el hombre, el cual nos guiaba me dijo: Levanta y sígueme!!
Nuestras aguas
Mi agua estaba dentro de un barreño bastante grande de color verde con unos dibujos blancos. La imaginé casi desbordándose, pero no caía nada fuera del barreño. Mi agua no estaba en reposo, sino que estaba moviéndose de un lado para otro formando olas. El agua estaba bastante clara, de color azul turquesa, y al estar en movimiento, se veía como brillaba.
Andrea Guillén Bernal
Un charco
Javier González Valera
Agua, clara y
transparente, limitada por un aro que no deja pasar ni una gota de mi agua.
Inmaculada Martínez Rocamora
María Moreno Gómez
jueves, 24 de abril de 2014
miércoles, 23 de abril de 2014
Sociedad
El peso de la sociedad.
El resultado es una sociedad clasista. Unos ganan y otros pierden,
unos son graduados y otros degradados, unos satisfechos y otros
frustrados; pero los segundos son siempre la inmensa mayoría. De
ahí que una sociedad competitiva sea una sociedad insatisfecha, lo
que no significa que sea una sociedad resignada, sino todo lo
contrario, pues a medida que los premios se hacen más interesantes y
escasos, la insatisfacción engendra la agresividad y ésta la
violencia. Una sociedad que pone la felicidad en conseguir lo que no
puede ser para todos, que incita constantemente y a todos a poseer
bienes escasos, desata las pasiones y fomenta la delincuencia, el
terrorismo, las conductas desviadas.
Ciudades
Las ciudades, como los sueños, están construidas de deseos y temores, aunque el hilo de su discurrir sea secreto, sus normas absurdas, sus perspectivas engañosas, y cada cosa esconda otra.
Italo Calvino, Las ciudades invisibles.
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