miércoles, 23 de abril de 2014

Sociedad


El peso de la sociedad.

El resultado es una sociedad clasista. Unos ganan y otros pierden,
unos son graduados y otros degradados, unos satisfechos y otros
frustrados; pero los segundos son siempre la inmensa mayoría. De
ahí que una sociedad competitiva sea una sociedad insatisfecha, lo
que no significa que sea una sociedad resignada, sino todo lo
contrario, pues a medida que los premios se hacen más interesantes y
escasos, la insatisfacción engendra la agresividad y ésta la
violencia. Una sociedad que pone la felicidad en conseguir lo que no
puede ser para todos, que incita constantemente y a todos a poseer
bienes escasos, desata las pasiones y fomenta la delincuencia, el
terrorismo, las conductas desviadas.

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